Cuando una moneda se devalúa o se aprecia de forma desmesurada, las relaciones comerciales entre países se complican, en gran parte por la pérdida de poder adquisitivo por parte de uno de los países implicados.
El precio del yen ha subido mucho y esto implica que a los japoneses les cuesta mucho dinero comercializar en Estados Unidos. Es precisamente por ese motivo que Toyota ha decidido reubicar la fabricación de sus coches en otros países, entre ellos Japón. Hacía 20 años que Toyota no abría una fábrica en su propio país.
La nueva fábrica se construirá en Miyagi, a unas 260 km al norte de Tokio. Los primeros coches en salir de la fábrica serán los Yaris y posteriormente se irán incorporando otros modelos.
La nueva fábrica tiene un diseño orientado a la reducción de la demanda energética y la aceleración de la producción. En la fábrica se emplea un nuevo método de trabajo, una redistribución que permite realizar varios trabajos en el vehículo al mismo tiempo. Gracias a esta práctica se consigue reducir en 35% el tiempo de ensamblado de los coches.
La decisión de Toyota de cambiar la fabricación de sitio le supondrá un ahorro de 40%. Este ahorro le permitirá a la marca nipona aguantar mientras la diferencia en el mercado de divisas sea tan marcado.
Vía: reuters
