Porsche sabe muy bien lo que hace cuando crea un coche de competición, prueba de lo que digo la tienes un el 911 GT3 R Hybrid, un vehículo que más que un coche de competición es un laboratorio sobre ruedas donde la marca alemana está intentando buscar ese equilibrio que un día necesitará para lanzar su primer modelo híbrido.
Prueba de lo que digo la puedes encontrar en su primer año de competición donde gracias al apoyo de Williams Hybrid Power este vehículo consiguió una excelente participación en las 24 horas de Nürburgring, prueba que llegó incluso a liderar y que no ganó debido a problemas mecánicos al final de la prueba, sin lugar a dudas una participación excelente para ser su primer año.
Pues bien, para intentar no solo revalidar sus triunfos Porsche ha decidido dar un paso más allá en el desarrollo del vehículo, tanto es así que, en palabras de sus pilotos, estamos ante un vehículo totalmente nuevo.
Entre sus principales características, Porsche ha apostado por una dieta de adelgazamiento capaz de reducir el peso final del vehículo en 50 kg, peso que se ha conseguido gracias al desarrollo de un nuevo KERS, sistema que ha perdido un 20% de su peso final que, unido a un aumento en la potencia de sus motores eléctricos hasta los 100 caballos y una disminución en la potencia del bóxer hasta los 460 caballos hacen de este vehículo un rival muy a tener encuenta.
Ahora bien, ¿por qué reducir la potencia del bóxer de seis cilindros? Básicamente para conseguir el mismo tiempo por vuelta que en su predecesor con un consumo inferior, algo que a fin de cuentas permitirá al nuevo Porsche 911 GT3 R Hybrid dar más vueltas con el mismo tanque de combustible, algo muy provechoso en competición.
Vía: autoblog
