Y con razón, ¿no te parece? Todos estamos de acuerdo en que Lewis Hamilton se extralimitó en las declaraciones realizadas tras el Gran Premio de Mónaco. La carrera fue muy intensa en todos los sentidos, acabando mejor para unos, que para otros.
Lamentablemente, Hamilton fue de los que peor acabaron en la parte superior de la parrilla, puesto que debido a incidentes polémicos con Felipe Massa y Pastor Maldonado, acabó con penalización incluida y una posición final de parrilla, muy discreta.
El caso, es que después de decir públicamente que tanto Felipe Massa como Pastor Maldonado habían actuado como dos pilotos patéticos y que la FIA le trataba como si fuese negro, el británico ha apresurado a disculparse tanto a la propia federación, como a ambos pilotos americanos. ¿Qué te parece?
Dicho esto, hoy nos queda claro una vez más que Hamilton tiene mucha sangre. Quizás demasiada, y nos confirma una y otra vez, que aún es muy joven en lo que respecta a algunas ocasiones. Llevase o no razón.