A estas alturas, Fisker está demostrando estar a la altura como fabricante independiente, y es que con las primeras unidades del Karma ya disponibles para manos muy concretas, es hora de mirar hacia adelante.
Y el próximo objetivo de Fisker, será ni más ni menos que algo más bien diferente al Karma… será el Fisker Nina. Por supuesto, estará posicionado por debajo del Karma, aunque seguirá siendo una opción muy, muy interesante. ¿Quieres saber por qué?
Por si aún no lo conoces, el Nina será un sedán de dimensiones contenidas, orientado tanto al mercado norteamericano como al europeo, y contará con un sistema de propulsión similar al del Karma. Gasolina, con baterías y propulsión eléctrica, dando como resultado un híbrido de alto rango de kilómetros. Y si a esto le añadimos la participación de BMW, entonces nos encontramos con un pack perfecto.
BMW y Fisker han anunciado que los bávaros enviarán un total de 100.000 motores anuales a las instalaciones de Fisker, para vender en masa al futuro Nina. Hablamos de motores con 4 cilindros y turboalimentados. ¿Cómo lo ves?