Volvo ha realizado una serie de cambios en las variantes equipadas con cambio automático Powershift para hacerlas más eficientes en lo que a consumo de carburante se refiere. Concretamente, el consumo se ha igualado a las variantes dotadas con caja manual.
Así pues, el S60 dotado con el propulsor 1.6D Diesel de 115 CV y el cambio automático Powershift, homologa un consumo de 4,3l/100 km con unas emisiones de 114 g/km, igualando por tanto a las cifras de la variante manual dotada con el mismo propulsor.
Para mejorar la eficiencia, Volvo ha optado por incorporar el sistema Start&Stop, reprogramación de la ECU, optimización del sistema eléctrico y menor fricción entre los componentes internos de la caja de cambios.
Volvo también ha aprovechado la ocasión para reducir el consumo del propulsor gasolina 1.6 T3 de 150 CV, eso sí, acoplado a la caja manual, donde ahora pasa a homologar un consumo medio de 5,8l/100 km con unas emisiones de 135 g/km.
Vía: Finanzas