Salvo los deportivos de alta gama, los nuevos coches tienden a ser más pesados que los modelos que sustituyen, aunque sus dimensiones no varíen mucho. En parte, el incremento de peso viene justificado por el incremento de elementos de seguridad y confort, sacrificando en el apartado de consumo (que se compensa con motores más eficientes).
Sin embargo, conscientes de ello, los fabricantes quieren invertir la tendencia. Por ejemplo el Peugeot 208 ya es más ligero que el anterior 207. En Honda se ponen manos a la obra para conseguir lo mismo y lo van a conseguir desarrollando nuevos diseños, métodos de ensamblaje y materiales, pero sin comprometer el consumo o seguridad.
Según el periódico Nikkei, el tercer fabricante japonés va a invertir decenas de miles de millones de yenes para actualizar sus fabricas de todo el mundo y adaptarlas a las nuevas tecnologías.
Según el mismo periódico, Honda va a cambiar incluso la forma de ensamblar sus coches, soldando los paneles exteriores a la estructura en lugar de usar tornillos para incrementar su dureza y reducir el uso de tornillos y peso.
Ya podemos ver esta técnica aplicada en el N BOX, que ha conseguido reducir su peso final en 10%.
Vía: carscoop