A simple vista… ¿crees lógico comparar en línea recta ambos superdeportivos? Está claro que tanto el Bugatti Veyron estándar como el Nissan GT-R están hechos para un público diferente, pero con un punto en común… son endiabladamente rápidos.
Por una parte, el Bugatti Veyron cuenta con un propulsor W16, quad-turbo (cuatro turbocompresores) y una potencia neta a las ruedas traseras de 1.001 caballos. Una barbaridad se mire por donde se mire, que a lo largo de los años ha demostrado que por tener, no tiene muchos rivales… menos aún en línea recta. Salvo el Veyron SuperSport, pocos pueden hacerle frente.
En la otra parte, el Nissan GT-R es a priori por especificaciones técnicas un deportivo de alto nivel, con un V6 Twin Turbo de 3.8 litros y 550 caballos en la versión MY2012. En la realidad, está al nivel de muchos exóticos, y es capaz de plantarle cara incluso al propio Veyron. Tal y como puedes ver en este vídeo que hoy te traemos…
Sin desvelar quién se lleva la victoria, es interesante recalcar que a pesar de la diferencia de arranque, el GT-R marca unas cifras que por dar, dan casi miedo.