Este es uno de los vídeos que nunca deberían existir por la dureza de las imágenes. Si ya es bastante duro presenciar un accidente con una cámara abordo, sentirlo en persona es una sensación indescriptible.
Este vídeo algo funciona mal durante una carrera a una velocidad de 210 km/h. Ha ocurrido en el Willow Springs International Motorsports Park de California. No se aprecia muy bien lo sucedido, pero aparentemente hay un problema en la parte trasera del vehículo, lo que provoca la pérdida total del control en la frenada.
Por suerte, el vídeo también muestra el final feliz del piloto vivo y sin aparentemente daños graves. Podría haber sido peor, dado el bajo nivel de seguridad en estos coches y que el propietario ha optado por no instalar barras protectoras laterales.
Ahora lo que queda del coche esta en venta y el piloto piensa en construir uno nuevo. A modo de curiosidad, solamente el motor completo de esta réplica de Cobra ha costado 14.000 dólares.
Vía: gtspirit