Mucho podemos hablar de Aston Martin, una marca que ha destapado curiosas novedades en estos últimos años pero que si o si debe renovar prácticamente su catalogo de superdeportivos ya que, por mucho que los estilicen cada poco, a la gama al completo se le notan las arrugas.
Aun así, el modelo que hoy quiero presentarte, nada menos que el sucesor de un vehículo tan emblemático para la compañía inglesa como es el DB9, no será completamente nuevo, es decir, Aston Martin no tiene el dinero que necesitaría y al parecer volverán a utilizar la misma plataforma que en la actual generación.
Empezando por ahí y terminando con que el motor que actualmente prueban es un derivado del V12 de 6.0 litros ya más que conocido no es de extrañar que, a priori, el modelo no se muestre tan interesante. Nada más lejos de la realidad. Tan sólo hay que mirar por ejemplo a Jaguar y el trabajo realizado en la gama XK.
Estéticamente apreciamos serios cambios en el frontal del modelo, altamente protegido y camuflado de miradas indiscretas mientras se mantiene la línea lateral característica y atemporal de esta clase de modelos. Es precisamente desde esta perspectiva donde nos damos cuenta de unas enormes aletas traseras.
Vía: autoblog
