Sebastian Vettel estaba haciendo un carrerón, eso no podemos negarlo. Tras comenzar en la mitad de la parrilla un difícil Gran Premio de Shanghai, el piloto alemán consiguió remontar gracias a adelantamientos increíbles y una estrategia magnífica. Tanto, que en la última etapa de la carrera marchaba segundo detrás de Nico Rosberg.
La segunda plaza estaba conseguida… o al menos, eso pensábamos todos. Sin embargo, no mucho tiempo antes de finalizar la carrera el rendimiento del alemán comenzó a decaer de forma alarmante, y sólo fue cuestión de vueltas que lo adelantasen hasta en tres ocasiones.
Primero fueron ambos McLaren, y muy poco después, su propio compañero de equipo, Mark Webber. Vettel no pudo contener a ninguno de ellos, y no quedó en peor posición porque ya acabó la carrrea. Con este peor rendimiento, Vettel ha mostrado su confusión dado que después de todo, no se lo esperaba en absoluto. Yendo más allá, tanto Vettel como el equipo achacan esta falta de rendimiento a los neumáticos, que se degradaron demasiado rápido. Este año, desde luego, no está siendo uno más de ensueño para Vettel…
