En ocasiones y muy de vez en cuando tenemos la oportunidad de probar modelos únicos y tan exclusivos como el que ves en pantalla, un precioso Audi TT-RS de color rojo equipado con el siempre atractivo cambio automático de doble embrague S-Tronic de siete velocidades con el que el comportamiento del cinco cilindros de 2.5 litros de cubicaje tiene un comportamiento simplemente fantástico.
Quizás lo mejor sea no adelantar nada ya que, como es costumbre en todas nuestras pruebas, el comportamiento mecánico lo dejaremos para la segunda parte de esta prueba tan especial basada nada menos que en la versión más radical dentro de la gama TT, un precioso deportivo capaz de ofrecer una potencia máxima de 340 caballos.
Estética
Estéticamente, quizás la parte más llamativa de este precioso deportivo, encontramos un modelo dotado al modelo de un nuevo kit de carrocería con el que diferenciar a este modelo de cualquier otro TT, sobre todo del TT-S o de los equipados con el paquete aerodinámico S-Line.
Gracias a este paquete aerodinámico nos plantamos ante un modelo de alto carácter deportivo y sobre todo agresivo se mire por donde se mire. Precisamente si clavamos nuestra mirada en el frontal del modelo encontramos novedades mucho más llamativas de lo que podrías pensar, empezando por una parrilla totalmente diferente en forma de panal de abeja o un paragolpes frontal totalmente rediseñado donde ahora lucen unas enormes entradas de aire inferiores, elemento muy característico de todos los RS de la gama.
Dejando de lado un frontal lleno de personalidad encontramos una línea lateral tan deportiva como la de cualquier otro Audi TT aunque coronada con la presencia de unos nuevos faldones laterales mucho más agresivos o unas preciosas llantas de aleación de cinco radios pintadas en color oscuro que dejan ver tras de sí un enorme equipo de frenos con pinzas lacadas en negro donde se puede ver el logo RS. Sin lugar a dudas, una auténtica preciosidad.
En la parte trasera, y en esta ocasión, el modelo de pruebas carecía del típico alerón que suele presentar este modelo, personalmente lo veo ideal ya que con este alerón me parece que se rompen las redondeadas líneas que tanto nos gustan de este modelo. Bajo esto, quizás lo más llamativo vuelve a ser un enorme difusor trasero donde aparecen dos enormes escapes ovalados uno a cada lado del mismo. Una trasera muy personal y simplemente fantástica con la que poder fantasear.
Personalmente, más que el paquete de estilo en color negro hubiese apostado por dejar pintado en aluminio mate la parte baja del paragolpes delantero o del difusor posterior, algo que también es muy característico de todos los RS pero que en este modelo se habían pintado en el mismo color de la carrocería.
Interior
Como puedes ver, estamos ante un vehículo más que especial, algo que notarás, una vez llave en mano, abras la puerta de este modelo en concreto. Precisamente la unidad de pruebas, tal y como puedes ver en las fotos, estaba más que equipada, sobre todo con bastantes elementos pertenecientes al catálogo de personalización Audi Exclusive.
Precisamente y gracias a este caro pero atractivo paquete de personalización encontramos un interior donde quizás lo más llamativo sean los estupendos asientos de tipo baquet que precisamente no son solo atractivos a la vista. Como detalle destacar el tapizado en color negro con bastantes detalles en color rojo repartidos por todo el habitáculo como en los laterales de los asientos, volante o consola central
Precisamente es en los paneles de las puertas donde encontramos una pequeña chapita donde leer Audi Exclusive sobre el panel tapizado en color rojo a juego con los cinturones de seguridad o las costuras de todo el habitáculo. Para poner la guinda al pastel, nada mejor que un techo tapizado en alcántara oscura. Sin lugar a dudas uno de los habitáculos de mayor calidad con los que he podido convivir.
Una vez más, detallar que estamos ante un deportivo cuyas plazas traseras son más bien presenciales y poco usables salvo por un niño pequeño o alguien que quiera pasar un mal rato. En otro nivel de detalles encontramos un sistema multimedia bastante fácil de usar y muy similar a los montados por otros modelos de la marca como el Audi A3 o al mismísimo R8.
Precisamente llegados a este punto es donde empezamos a encontrar las ??pegas? de este modelo. Por ejemplo los controles de climatizador me parecen demasiado ??antiguos? por llamarlo de alguna manera, de buen tacto pero se nota muchísimo la diferencia entre los Audi de nueva generación y los de la anterior a los que, lamentablemente, pertenece esta bestia.
Por otro lado, se han incluido ciertas novedades que resultan mas que curiosas como un cronómetro con el que medir el tiempo por vuelta en un circuito o indicadores para controlar la temperatura del aceite o la presión del turbo en cada momento. Aun así, quizás lo más llamativo y algo que no te hará olvidar nunca la clase de vehículo que conduces son la cantidad de logotipos TT-RS que hay repartidos por prácticamente cada rincón. Mención especial a los que aparecen en los reposacabezas de los asientos.
Finalmente toca hablar de alto tan simple pero a la vez tan útil como el tamaño de un pequeño maletero de formas regulares, tamaño que se sitúa sobre los 290 litros, cubicaje más que suficiente para el equipaje de dos personas adultas pero que puede ampliarse fácilmente hasta los 700 litros con tan sólo abatir los asientos posteriores.
Enlaces: Prueba Audi TT-RS S-Tronic 340 caballos (parte 2)
Fotos: SMJ