Siempre he imaginado que conducir un Fórmula 1, a parte de una experiencia sin igual y solo ser posible para unos cuantos elegidos, debe de ser algo realmente incómodo. Aun así, seguramente si me diesen la oportunidad no creo que me quejase para nada, un mal rato ergonómicamente hablando y un momento para recordar de por vida.
Por otro lado, Nico Rosberg lo único que nos viene a enseñar es algo que seguro ya intuías por la postura de los pilotos, todos van literalmente recostados en el asiento aunque quizás no sea completamente lo que creías ya que la postura, al igual que todo lo que huela a Fórmula 1, también se lleva hasta el extremo.
Sin lugar a dudas una oportunidad única para intentar comprender qué deberías esperar si un día de buena suerte te ofrecen la posibilidad de montarte en un Fórmula 1, además explicado por uno de los mejores pilotos de la parrilla. ¿Se puede pedir más?
Vía: motorauthority
