No hay otra. Tras revisar la situación actual del monoplaza de Red Bull Racing y considerarlo una vez tras otra, finalmente la Federación Internacional del Automovilismo ha hablado, y desde luego no bien para la escudería con sede en el Reino Unido.
La FIA ha declarado el monoplaza de Red Bull ilegal, debido a cómo no, el suelo del coche. Esto afecta directamente a toda la aerodinámica del monoplaza, y por supuesto, Red Bull deberá modificar ambos coches de cara al próximo Gran Premio de Canadá, cambiando por completo la papeleta de la escudería.
Curiosamente, a pesar de que la FIA ha admitido que los coches con los que Mark Webber ganó en Mónaco y Vettel quedó en cuarta posición son ilegales, esta decisión no afectará a los resultados de ellos y la clasificación tanto de pilotos como de constructores quedará intacta. No ha habido quejas por parte de otros equipos. No está mal, ¿no? Después de todo, parece que poco a poco las diferencias entre los equipos comienzan a resolverse en la pista, y no en los despachos.