El pasado viernes se fabricó el último motor rotativo Wankel. Como no, el último de este tipo de motores se incorpora en un coche que le ha sido siempre fiel, Mazda, una marca que ha permanecido hasta el final y ha visto su extinción en la fábrica de Hiroshima.
Este motor ha pasado por varios tipos de vehículos, entre ellos coches, motos, tractores y aviones, encontrándose por el camino con marcas como Suzuki o Rolls-Royce. Ha sido objeto de investigación y desarrollo como alternativa a los motores convencionales de pistones.
El motor Wankel es el tipo de motor que atraía a los ingenieros y era simplemente difícil de ignorar. Llamaba la atención su sencillez, la poca cantidad de piezas y partes móviles. En comparación con un motor de pistones de la misma capacidad, el Wankel produce mucha más potencia, con menor tamaño y peso. Puede revolucionarse más rápido y es más fino que muchos de los motores de cilindros, dado su movimiento rotatorio.
Sin embargo, hay otros factores que han podido desplazarlo del mercado, como el consumo bastante más acusado de combustible y lubricante y emisiones. En el mundo «moderno» y actual, esos factores son inadmisibles y el motor Wankel se queda en el pasado.
Vía: jalopnik