Prueba MINI Cabrio John Cooper Works (parte 1)

Tras bajarnos de un vehículo tan especial y exclusivo como el Audi S5 (parte 1, parte 2), un deportivo que personalmente me ha impresionado más de lo que esperaba ha llegado el turno de subirnos a un modelo quizás menos potente, más pequeño pero desde mi punto de vista igual de exclusivo, no es para menos ya que está catalogado como la versión más radical de la actual gama MINI

Como bien dice el título estamos ante el MINI Cabrio John Cooper Works, un modelo que al igual que el resto de la gama cuenta con un innumerable catálogo de opciones con el que decorar tu vehículo y hacerlo único, un utilitario más que interesante y práctico a la hora de movernos por cualquier ciudad, pueblo, carretera de curvas o autovía a ritmos normales.

Prueba MINI Cabrio John Cooper Works (parte 1)

Estética

Según la experiencia, digo esto después y aunque solo haya probado otro modelo de la marca como es el MINI Countryman (parte 1, parte 2), la versión más representativa de la MINI actual es precisamente la que ves en pantalla, bien en su versión Cabrio o Coupé, un modelo con un tacto especial que, siquiera antes de empezar con la prueba te animo a que lo pruebes ya que seguro te dejará con la boca abierta

Fuera de todas estas divagaciones pasemos a lo verdaderamente importante, descubrir qué puede ofrecernos un vehículo como el que ves en pantalla, un modelo que quizás luzca de forma impresionante gracias a su carrocería pintada en un tono azul muy llamativo decorada gracias a sendas franjas de color negro o detalles repartidos por toda la carrocería en carbono.

Encontramos numerosos detalles exclusivos del paquete John Cooper Woks como la entrada de aire presente en el capó en carbono así como la supresión de todos los cromados, algo que personalmente me ha parecido idóneo y ayuda a conseguir un conjunto final mucho más logrado. Por supuesto ni mencionar la enorme calidad que desprende todo el conjunto.

Prueba MINI Cabrio John Cooper Works (parte 1)

Como puedes ver en las imágenes en el paquete se incluye un atractivo paquete aerodinámico compuesto por un paragolpes delantero rediseñado con entradas de aire mucho mayores y mejor situadas, un nuevo faldón lateral o un paragolpes trasero mucho más deportivo al incluido en otros modelos de la compañía

Por otro lado tengo que detenerme en un elemento como el difusor posterior, completamente en carbono cuya salida de escape, mucho más grande de lo habitual, se sitúa en pleno centro consiguiendo dotar a la trasera de un aire mucho más deportivo e impresionante o la línea baja que recorre prácticamente toda la carrocería en plástico de color negro dejando únicamente sin cubrir los faldones laterales de aspecto deportivo.

Finalmente y para terminar con la estética del modelo no puedo más que mencionar las preciosas llantas de aleación en color negro con borde cromado de gran tamaño o una capota de lona que, si bien queda estupenda plegada, cuando la tienes puesta se filtra demasiado sonido al interior, sobre todo si circulas a gran velocidad. La zona del maletero y su diminuta puerta lo trataremos más adelante.

Prueba MINI Cabrio John Cooper Works (parte 1)

Interior

Llega el momento de tomar la curiosa llave redonda de este MINI, abrirlo y ver qué nos aguarda en un interior repleto de detalles. Antes siquiera de abrir la puerta, lo mejor, ya que hace un día de sol maravilloso es precisamente disfrutar de este vehículo al aire libre, para ello dejamos pulsado el botón de apertura del coche y vemos como la capota se abre sin necesidad de estar montados.

Al parecer en MINI solo han pensado que esto es útil si te vas a montar ya que, en sentido inverso, es decir, para las acciones de plegado este sistema no sirve. Aun así, nos subimos a este preciso MINI Cabrio JCW y lo primero que nos damos cuenta es de unos asientos deportivos tapizados en cuero negro con un agarre lateral muy bueno ante cualquier circunstancia. Curiosamente los ajustes son manuales.

Después de regular el asiento a nuestra postura de conducción toca el turno de hacer lo propio con el volante. Lo primero que te darás cuenta es precisamente del tacto tan preciso en cuanto al tacto en sí del cuero y la anchura del aro del volente así como del diámetro del mismo. Curiosamente el volante es exactamente el mismo que en otras versiones a excepción de las levas del cambio Steptronic.

Prueba MINI Cabrio John Cooper Works (parte 1)

Como dato, al igual que en otros BMW, ambas levas tienen la misma funcionalidad, apretando hacia nosotros sube de marcha y empujando hacia el marcado baja. Personalmente prefiero un cambio por levas normal, será la costumbre, pero prefiero subir apretando la leva derecha y bajar de velocidad bajando la mano izquierda.

Tras el volante encontramos dos indicadores, uno donde se muestran las revoluciones del pequeño 1.6 litros mientras que la velocidad se muestra en una pequeña pantalla LCD mientras que a su izquierda queda un reloj que se activa cuando vas al aire libre y se muestra precisamente el tipo que circulas con la capota plegada.

Después de esto toca el turno de hablar de la consola central, coronada como es ya factor común en todos los MINI de un velocímetro circular que en su interior presenta un navegador de fácil acceso gracias al pequeño joystick situado entre la palanca de cambios y el freno de mano. Bajo el velocímetro un muy sutil lector de discos con varios botones para controlar la entrada y salida de los mismos o el volumen, climatizador o unos simpáticos bonotes para antinieblas, ventanas?

Prueba MINI Cabrio John Cooper Works (parte 1)

Como se aprecia en las fotos, sin lugar a dudas la calidad de todos los detalles es más que interesante y muy a la altura de los cerca 40.000 euros que vale la unidad de pruebas. Aun así y aunque el modelo tenga capacidad para cuatro asientos, los traseros, aunque con altura suficiente, no disponen del hueco necesario para las rodillas de los pasajeros, sobre todo del que se monte detrás del conductor.

Finalmente llega el momento de hablar del maletero, una superficie que se ha resuelto exactamente de la misma forma que en el Abarth 500C (parte 1, parte 2), es decir, el portón en vez de hacia arriba se abre hacia abajo dejando a la vista una superficie de carga bastante regular, a doble altura y, si como en nuestra unidad, montas el deflector o el extintor precisamente será ahí donde te los encuentres por lo que deberás restar hueco.

El espacio del mismo lamentablemente y como suele suceder en este tipo de vehículos es suficiente para un par de buenas maletas, poco más podrás guardar en un sitio tan pequeño y angosto como el que presenta este modelo. Aun así? ¿quién quiere espacio en un JCW?, seguramente el que compre un vehículo tan exclusivo como este busque otro tipo de cualidades, todo esto te lo explicaré en la segunda parte de la prueba

Prueba MINI Cabrio John Cooper Works (parte 1)

Enlaces: Prueba MINI Cabrio John Cooper Works (parte 2)
Fotos: SMJ

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