Aunque Honda ha pasado unos años un tanto ‘electrodomestizada’, el CR-Z, la vuelta al ruedo del NSX y el desarrollo del nuevo Civic Type R poco a poco le han hecho recobrar ese espíritu racing que siempre le ha caracterizado. Algo parecido a lo que le pasa a su rival más directa, Toyota, que poco a poco parece que volvemos a ver la luz dentro de esas pretensiones.
Y es precisamente, el éxito que está teniendo esta última con modelos como el Toyota GT86 es lo que estaría haciendo que Honda se plantee un modelo pasional, con carácter, y que para lograr esa esencia no necesite tener varios cientos de caballos. Algo que tradicionalmente Honda siempre ha sabido plasmar en sus coches de corte deportivo, siendo molinillos atmosféricos de altas vueltas con un tacto y puesta a punto lejos de toda duda.
Ligero, trasera y roadster
Así pues, lo que está rondando por la cabeza de muchos altos cargos de los cuarteles de Honda en Tokio es un modelo roadster biplaza ligero y de propulsión trasera, de pequeñas dimensiones (aún más que las de un Mazda MX-5), no esperes un sucesor de S2000 al uso, porque sería menos potente que éste, y a un precio mucho más asequible.
Gracias a la ligereza el conjunto (que se estima en torno a los 900-1000 kg), podría moverse con soltura con un 1.3 o 1.5 i-VTEC de unos 130 CV y un cambio manual de cinco velocidades. Sin duda, datos interesantes, que no se plasmarán en prestaciones o tiempos espectaculares de materializarse finalmente el modelo, pero sí en un agrado de conducción y unas sensaciones muy elevadas.
Vía: GTchannel
