El relevo generacional de la actual generación de Mini está a la vuelta de la esquina. Desde la marca, nos han querido hacer partícipes de la proximidad de tal acontecimiento, y por ello, han dado a conocer algunos de los avances en materia técnica con los que contará y que serán algunas de sus principales características.
A priori, su debut debería hacerse efectivo en el próximo Salón del automóvil de los Ángeles, cuya celebración se realiza a fiales del mes de Noviembre y es donde podremos conocerlo más en profundidad y ver su aspecto íntegro, aunque a través de las fotos espía ya hemos podido ver que en ese sentido sigue un poco la filosofía del Porsche 911 de continuidad estética, sin cambios especialmente radicales en su silueta.
Amortiguadores adaptativos, dirección eléctrica de nueva generación, dos de las grandes novedades
Una de las novedades más destacables, es la introducción de la nueva generación de suspensión adaptativa. Esta suspensión tiene la particularidad de ofrecer un mayor nivel de polivalencia, con dos modos de funcionamiento, uno más enfocado a la conducción deprotiva y otro más enfocado al confort, siendo controlados electrónicamente a petición del conductor desde el habitáculo.
Por su parte, también recibe una dirección asistida eléctrica de nueva generación, teniendo como principal ventaja de que ayuda a digerir mejor la entrega de par en los modelos más potentes de la gama, de forma que el conductor no siente directamente en sus manos dichas inercias.
Mayor seguridad para los peatones: capó activo
Otro aspecto también destacable es la introducción, a priori, de serie en la gama del capó activo, que actúa elevando el capó entre los 20 y 55 km/h para mitigar un poco los daños personales en caso de atropello a un peatón.
Menos peso, pese al mayor tamaño
La nueva generación del Mini va a crecer en cotas, no es algo que nos pille de sorpresa (sólo tienes que observar muchas de las fotos espía). Sin embargo, la firma promete no aumentar el peso del conjunto, entre otras cosas, gracias al uso de la nueva plataforma UKL1 (que será la que reciba también la nueva generación del Serie 1), pero también gracias a muchas otras cosas como unos brazos de suspensión más ligeros -y además, más rígidos-.
Se ha aligerado también el peso de otros componentes como los equipos de frenos, ofreciendo además una mayor capacidad de frenado. Por supuesto, el multibrazo trasero seguirá siendo una de las características del conjunto.
Motores gasolina y diésel de tres y cuatro cilindros: la eficiencia es importante
Las nuevas normativas de emisiones y el cada vez mayor interés por los propulsores eficientes no pasa en vano para Mini. Por ello, encontraremos en la gama propulsores como el gasolina tricilíndrico de 1,5 litros con 138 CV y 220 Nm de par, haciendo uso de turbocompresor, inyección directa o distribución variable. En la parte picante de la gama, el color lo pondrá un 2 litros de 4 cilindros y 192 CV, con un par de 280 Nm.
En la gama diésel, también estará presente un 1.5 litros tricilíndrico que inicialmente contará con 118 CV y 270 Nm de par, sin embargo, más tarde llegará en un abanico más amplio de potencias, que promete ser más eficiente que los actuales propulsores empleados de origen PSA.
Otro aspecto también interesante, es que se introducen nuevas cajas de cambio automáticas y manuales. En el caso de las automáticas, la peculiaridad es que si nuestra unidad cuenta con navegador GPS, hará uso de éste para adecuar los cambios realizados en función de la ruta por la que circulemos. Si optamos por la manual de seis velocidades, podrá contar con una función para realizar la función de ‘punta-tacón’ de forma automatizada (no es una novedad, ya existen modelos en el mercado con esta función, tales como el Nissan 370Z).
Vía: Autocar
