Entre 1960 y 1970 si verdaderamente había un hombre famoso en Estados Unidos ese, sin lugar a dudas era el primer hombre en pisar la luna en 1969, Neil Armstrong. Como ves, esto es al final de la década, lo que se te puede estar pasando por alto es algo tan simple como que en esa década siendo astronauta eras igual de popular que cualquier estrella del rock.
Como siempre hay diferencias entre la fama de unos y otros aunque bien se pueden resumir en que un astronauta se diferenciaba de un rockero en que estos tenían el pelo más corto, los mismos fans y dinero además de la admiración de sus padres. Precisamente y por esta causa un concesionario de Melbourne quiso poner al volante de un Corvette al mayor número de astronautas posible, con lo que a su vez ganaba en ventas casi de inmediato.
La idea básicamente consistió en ofrecer a los astronautas una especie de alquiler por lo coches muy especial lo que básicamente permitía a sus viajeros espaciales el cambiar de deportivo casi una vez al año. Precisamente, y aquí es donde comienza la historia del modelo que ves en pantalla, en 1967 Neil Armstrong entregó el Corvette azul que ves en pantalla, un modelo de 390 caballos y transmisión de cuatro velocidades
Como era costumbre en aquella época Armstrong condujo su superdeportivo durante todo un año hasta que lo entregó para que le diesen una unidad nueva. Acto seguido el modelo se vendió rápidamente a un empleado local de la NASA que finalmente fue el que vendió el Corvette a su propietario actual.
Como se puede ver en las fotos, el coche ha tenido un mantenimiento pésimo, tal es el caso que al parecer y según su propietario actual la última vez que el deportivo salió a dar un paseo fue en 1981 aunque sí que se advierte que se ha mantenido en todo momento en un ambiente de clima controlado por lo que el modelo se conserva tal cual, sin modificaciones salvo un par de accesorios cambiados por el segundo propietario.
Vía: ebay