Desde Alemania nos llegan imágenes de un aparatoso accidente en el que han estado involucrados dos coches radicalmente diferentes. Uno es un superdeportivo, orgullo de la italiana Ferrari, mientras que el otro es uno de los utilitarios mini más famosos de la historia.
No han trascendido datos claros del choque que tuvo lugar en Berlín, pero parece que fue provocado a raíz de que el conductor del Smart se saltara un semáforo en rojo. El Ferrari no pudo frenar a tiempo, y la cosa acabó con el primero dando vueltas hasta parar en un parque, y el segundo con el morro totalmente destrozado.
Célula de seguridad VS estructura deformable
Las imágenes nos sirven para observar, en un choque real, la diferencia que existe entre carrocerías concebidas para fines distintos. El Ferrari 458 Speciale, como la mayoría de vehículos, tienen una estructura deformable, destinada a absorber la mayor parte de la energía del choque, de ahí que lamentablemente acabe hecho un acordeón.
Por el contrario, el Smart ForTwo, debido a su reducido tamaño sin margen para deformación, está diseñado para ser una célula de seguridad resistente e impenetrable para proteger a sus ocupantes; en las imágenes se aprecia como la estructura del coche se mantiene intacta a costa de deformar la del Cavallino.
El 458 Speciale es una versión radical y ligera del 458, que rinde una potencia de 605 caballos y es capaz de acelerar de 0 a 100 en 3 segundos, y de 0 a 200 en 9,1 segundos, toda una bomba de relojería que en este caso ha tenido un destino fatal.
Accidente entre un Ferrari 458 Speciale y un Smart ForTwo
Vía: WCF / Polizeireporte Th. Schröder (Facebook)
¿Que tan dañado salió el conductor del smart?