Mercedes-Benz está redefiniendo su estrategia en el segmento de furgonetas, una decisión que culminará con el cese de producción de sus modelos más compactos, la Citan y la Clase T, a mediados del próximo año. Esta medida incluye también a sus respectivas variantes eléctricas. La noticia ha sido confirmada por la marca y adelantada por la publicación Automobilwoche tras informar a los concesionarios y supone un giro significativo en la oferta de vehículos comerciales y de pasajeros de la firma alemana.
La retirada de estos modelos obedece a una nueva hoja de ruta estratégica, comunicada en mayo de 2023, centrada en potenciar el crecimiento en los segmentos más rentables. Un portavoz de la compañía explicó que se realizarán inversiones específicas y se optimizará la cartera de productos, concentrando los esfuerzos futuros en las furgonetas de tamaño mediano y grande. Las cifras de ventas del año pasado parecen respaldar esta decisión, con un descenso notable para la Clase T y ventas más modestas para la Citan. La Citan, orientada al uso comercial, y la Clase T, diseñada para familias, dejarán de fabricarse, poniendo fin así a la participación de Mercedes en el nicho de las furgonetas pequeñas.
Este movimiento estratégico implica también la conclusión de una duradera colaboración con Renault. Las últimas unidades de la Citan y la Clase T saldrán de la planta del fabricante francés en Maubeuge, donde también se ensambla el Renault Kangoo, modelo con el que comparten numerosos elementos. Mercedes-Benz Vans busca así reforzar su posicionamiento en los segmentos superiores del mercado, elevando sus ambiciones en competitividad y costes, y buscando volcarse más tecnología de propulsión eléctrica y experiencia digital. La marca aspira a ofrecer las furgonetas de mayor demanda, consolidando su enfoque premium tanto para clientes particulares como comerciales y preparando el terreno para la futura arquitectura eléctrica VAN.EA, prevista a partir de 2026.