Todos sabemos que General Motors quiere dar un salto cualitativo lo mayor posible respecto a la nueva generación de su deportivo por excelencia, el Corvette. Y como tal, deben aceptar en absolutamente todo. Especialmente, en el propulsor.
Por ello, los norteamericanos tienen en mente no una, sino varias ideas que resultan, cuanto menos, sorprendentes…
Y es que bajo el capó, el Corvette C7 podría instalar un motor V8 con una cilindrada de, como máximo, 3.3 litros. Tal y como lo lees. Por supuesto, sería turboalimentado y como tal, hablaríamos de una filosofía totalmente distinta a la que estamos acostumbrados hoy por hoy por parte de General Motors. Y es que con esto en mano, el Corvette de por sí estaría más que a la altura para competir en Europa.
El Corvette C7 base optará a una potencia estándar de 406 caballos. Las variantes más deportivas podrían tener el mismo motor, si acaso, con la cilindrada mínimamente aumentada… sin exageraciones.
Vía: World Car Fans