Mucho se ha estado hablando sobre un vehículo de de la talla del nuevo Lexus RC-F, un deportivo de altas prestaciones que llega al mercado con la única intención de plantar cara a cierto trío de alemanes que a día de hoy prácticamente campan a sus anchas en un mercado donde el lujo y la potencia van de la mano. Como no podía ser de otra manera hablo de los Mercedes C63 AMG Coupé, Audi RS5 o BMW M4.
En primer lugar, llama especialmente la atención que sea prácticamente lo primero de lo que nos habla Lexus en su nota de prensa, tal es la ilusión que han puesto en la compañía japonesa con el nuevo Lexus RC-F que ya están en negociaciones con la FIA para poder homologar su nuevo deportivo con la intención de competir en la categoría GT3 algo que demostrará y dará presencia a una compañía que, si en términos de fiabilidad es de las mejores, quizá en competición no tenga el curriculum que debiera.
El Lexus RC-F finalmente montará un V8 de 5.0 litros atmosférico
Entrando un poquito más en detalle, verdaderamente lo que destaca en este deportivo es su nuevo motor V8 de 5.0 litros atmosférico capaz de homologar una potencia máxima de 473 caballos a 7.100 rpm, como puedes ver, finalmente en Lexus han apostado por un motor tradicional en lugar de, al menos por el momento, seguir la estela marcada por los nuevos BMW M4 y BMW M3 que apuestan por motores más pequeños sobrealimentados.
Junto a este nuevo motor desde Lexus nos hablan de un vehículo que llega al mercado dotado de adelantos tecnológicos a la altura como suspensiones y geometrías de las mismas modificadas para su óptimo funcionamiento, sistema de frenos mucho más potente ahora fabricado por la prestigiosa firma Brembo con pinzas delanteras de seis pistones y cuatro para las traseras, nuevos conductos diseñados para mejorar la refrigeración? Todo lo necesario para ofrecer un vehículo de garantías.
Lamentablemente el Lexus RC-F tiene un problema bastante gordo y es que, si comparamos el peso homologado del deportivo, 1.840 kilogramos, este se diferencia bastante con, por ejemplo, los 1.610 kg que pesa el nuevo BMW M4 o los 1.790 kg del Audi RS5 actual, este último seguramente bajará de peso notablemente en la próxima generación.