Estamos asistiendo a una revolución en los medios de transporte, posiblemente, de las más importantes en décadas. A finales de la década actual tendremos en el mercado disponibles para comprar coches de conducción autónoma, mientras que algunas marcas ya están realizando las primeras pruebas con camiones. Esto último es mucho más delicado y es algo que aterra al gremio a largo plazo, ya que su implementación puede suponer la pérdida de muchos puestos de trabajo.
Los taxistas, sin embargo, no están a salvo tampoco de este temor, más aún si tenemos en cuenta lo avanzada que está la tecnología en los turismos convencionales. En este caso, es Airbus, la compañía de aeronaves europea quien nos ha hablado del proyecto que se está cociendo en su trastienda: un sistema denominado ‘Vahana’, que consiste en una red de drones capaces de transportar pasajeros y que podría iniciar sus primeras pruebas en el año 2017.
Podría ser una realidad en el año 2026
Esto supone evolucionar la tecnología de los drones actual que ya permiten el transporte de pequeñas mercancías hasta alcanzar la posibilidad de transportar humano, rompiendo con un mantra como es la eficiencia de las baterías o la posibilidad de levantar tanto peso, ya que afirman que tienen ya la tecnología disponible para poder desarrollar un producto así. El planteamiento inicial contempla que por drone, vayan entre una y dos personas.
Dada que la legislación en esta materia es aún poco laxa, Airbus comenzará las primeras pruebas en Singapur, más concretamente, en la zona de la Universidad Nacional de Singapur. El objetivo fundamental es descongestionar de tráfico las grandes ciudades, estableciendo comunicación entre ellas y poniendo a disposición de los usuarios este servicio con un funcionamiento similar a Cabify o Uber, pudiendo solicitar el transporte desde su smartphone y llegando automáticamente al lugar donde el cliente se encuentre.
Y no parece que queden tantos años para que veamos una revolución así: hablan de que para el año 2026 o 2027 podría ser una realidad al alcance de cualquiera de nosotros. La brecha de la ciencia ficción a la que nos acostumbraban las películas del futuro es cada vez más pequeña, no cabe duda.
