Cuando hablamos de sistemas de escape de alta gama para deportivos, Akrapovič es una opción siempre acertada, por diversos motivos tales como calidades de construcción (materiales, soldaduras, etc) hasta, claro está, el sonido final que obtenemos. Hasta la fecha ya disponían de varios escapes para diversos modelos de BMW y ahora el catálogo se amplía con una nueva opción para el BMW M5 F90.
El motor V8 de 4.4 litros y tecnología TwinTurbo que equipa arroja una potencia de 600 CV y 750 Nm de par, con un sonido que de serie podríamos decir que no es especialmente discreto y que va acompasado con el conjunto.
Pero si queremos algo que vaya más lejos, es ahí donde entra en juego Akrapovič con su escape Akrapovič Evolution Line realizado en titanio, que aporta una serie de mejoras muy interesantes. Más allá de una reducción de 32,6% del peso (9,4 kg), también pone sobre la mesa otros beneficios para el motor, como un incremento de 11 CV de potencia y 21 Nm de par, quedándose por tanto en un total de 611 CV y 771 Nm de par motor.
Sin embargo, lo que más nos interesa en este caso es el sonido que obtenemos como resultado. Aquí podríamos decir que no se han focalizado únicamente en el sonido que escucharemos desde fuera, sino también el presente en el habitáculo, donde uno de los objetos de crítica a BMW desde su lanzamiento ha sido el sobresaliente aislamiento de su habitáculo, hasta el punto de que el sonido dentro de él se ve reforzado por un sistema de modulación de sonido a través de los altavoces.
En Akrapovič cuando se pusieron manos a la obra a diseñar el escape, buscaron que no sólo fuese mucho más ruidoso, sino que también supiese sacar la esencia de su V8 y suponga acercarlo más al ruido de un coche de competición, y lo cierto es que el resultado logrado es para quitarse el sombrero.