Con nuevos horizontes, Estados Unidos y parte de Asia en el punto de mira, Alfa Romeo ya tiene entre manos junto con un SUV de gran tamaño, una berlina que se posicionará a medio camino entre los segmentos E y F y que se constituirá como mucho más que un sucesor del Alfa Romeo 166 -en pantalla-. La plataforma Giorgio será parte del insigne, pero habrá una novedad que más allá de lo esperado, supondrá un punto muy interesante de cara a competir con rivales tanto estadounidenses, como europeos. Y es que el uso de un motor V8 en Alfa Romeo, está más cerca que nunca.
Exceptuando el 8C Competizione, tenemos que remontarnos varias décadas atrás para recordar el último modelo de Alfa Romeo que portó un motor de ocho cilindros en uve. Fue el Alfa Montreal, allá en los setenta, el último y auténtico coupé deportivo de la marca del biscione en portar un V8 -de escasa cilindrada, eso sí: apenas llegaba a 2.6 litros-. Hoy, estamos más cerca que nunca de ver un nuevo Alfa con bloque motor V8. Y más importante aún, con mucha mayor producción a nivel internacional.
Aunque Maserati optó por un camino distinto con el Quattroporte y las versiones estándar -pasaron a utilizar un motor V6-, en el caso del nuevo Alfa Romeo 166, desde Italia optarán por un motor V8 derivado del que porta el Quattroporte GTS, directo a competir con las más altas esferas entre los que se incluyen modelos como el BMW M5 xDrive o el Audi RS6. La pregunta es, ¿por qué no optar por el V6 Turbo de 2.9 litros de origen Ferrari? Estrategia similar que la vista en Maserati.
La clave es sencilla: Alfa Romeo quiere ganar en potencia, de la misma manera que el Giulia Quadrifoglio barre a rivales como el BMW M3, el sucesor del 166 podría tocar techo en una zona cercana a 630 caballos. Un proyecto ambicioso, pero muy necesario para competir con los alemanes en mercados como Estados Unidos.