Muchos dicen que el pasado siempre vuelve… pero nunca de la misma manera. Quizás es cierto, pero cuando hablamos de coches, de deportivos y también sobre deportivos con mayúsculas, la respuesta es bien diferente. Aquellos tiempos gloriosos donde todo era diferente, de una forma más natural y simple. De una forma que a muchos, nos enamoró de tal manera que nos ha dejado una retahíla de auténtica pasión en nuestras venas.
Aquellos tiempos gloriosos donde los deportivos eran simples y llanos. No había mucha electrónica, y cuando la había, no era más que para aportar unos puntos muy estrictos de seguridad. La esencia de aquellos coches era diferente, y lo sigue siendo aún a día de hoy. Unos coches que transmitían sensaciones inexplicables, a través de un camino que los deportivos de hoy día, no encuentran. Y no lo encontrarán.
Verdaderas joyas
Existen muchos deportivos y exóticos de la época como para nombrarlos uno por uno, pero es algo totalmente lógico. Marcas como Ferrari, Lamborghini e incluso TVR y Lotus -por mencionar sólo algunas- supieron cómo embaucarnos con bellezas sobre ruedas, unos coches increíbles que tras varias décadas, siguen cautivándonos como el primer día. Es curioso ver cómo -por ejemplo- el Ferrari F355 ha cosechado no sólo un éxito mayor que el F430, sino que también se ha ganado un hueco en la memoria de muchos ferraristas y enamorados de las cuatro ruedas. El F430, una vez relegado por el 458 Italia, ha pasado a un gran segundo plano. Y así seguirá siendo. ¿Más ejemplos en Ferrari? Elegir entre un 456 GT y un 612 Scaglietti, aunque guardan mucho años de diferencia entre ambos, sería una decisión realmente complicada para cualquier ferrarista.
Hubo un momento en el que se evolucionaba tan rápidamente, que ver el Jaguar XJ220 allá a principios de los noventa resultaba casi una visión del futuro. Unas líneas británicas que nos endulzaron la vista de tal manera, que no lo olvidaríamos jamás. En el caso del XJ220, fueron tantísimas sus cualidades sobre el asfalto, que a día de hoy muy pocos apostarían a que el XJ220 contaba y cuenta con poco más de 540 caballos a través de un V6 turboalimentado de 3.6 litros. ¿El por qué? La velocidad máxima homologada era de 350 kilómetros por hora. Sólo el McLaren F1 pudo superarlo a lo largo de los próximos años, con unos aún más impresionantes 386 kilómetros por hora. Eso sí, con más de 620 caballos y el doble de cilindros.
La evolución
Resulta curioso evolucionar algunos deportivos de la época. Por ejemplo, el Lamborghini Diablo mantuvo intacta sus formas y sus líneas maestras de diseño durante más de una década. ¿El mayor cambio? La moda de los faros escamoteables dejó paso a unas ópticas planas y al descubierto. Un cambio de identidad para muchos, y para otros de una renovación obligada. Pero sea como sea, no nos vamos a quedar aquí…
Las comparaciones
Con la llegada de los «sustitutos» de aquellas joyas irremplazables, han llegado cómo no, las comparaciones. Este vídeo nos sirve de ejemplo, donde podemos ver el McLaren F1 compitiendo con el que no es su sucesor, pero sí es un McLaren nuevo de potencia similar, el MP4-12C. ¿El resultado? Quizás no tan sorprendente… pero eso sí, no tan comprensible para muchos.
No obstante, tal vez no es lo apropiado comparar directamente con el crono unos y otros. Es cuestión de esencia, de sensaciones… de sonido, y por supuesto, de lo que nos transmite el coche cuando estamos subidos en el mismo. Sensaciones que nos transportan a otro tiempo y a otra historia, donde la filosofía automovilística nos hacía soñar y también quitarnos el sueño. Es imposible equiparar el auge y la expectación que generaron los debuts del McLaren F1, Ferrari F50, Lamborghini Diablo… y los que en la actualidad han generado el McLaren P1, LaFerrari, y por supuesto, el Lamborghini Aventador. Por mucho que cueste entenderlo… ya que son mucho más modernos, más seguros y también más rápidos. Sin embargo, la filosofía no es la misma. Ni lo será.
Como seguramente habrás notado, estamos mencionando coches de la época de los años noventa, pero estos también fueron sucesores y nuevas apuestas en relación a una generación anterior, más radical aún. Dos generaciones que no dieron un salto tan tremendo entre las mismas, como sí ha ocurrido con los deportivos de antaño.
Este vídeo ya lo publicamos en MotorAdictos muchos años atrás, y esta es una buena ocasión para recordar y sentir de nuevo la magia de los protagonistas de este artículo. De un coche que no importa la edad que lleve sobre sus ruedas, de un coche que al fin y al cabo, sólo necesita tener el motor funcionando para ponernos los pelos como auténticas agujas. Como dato curioso, el Lamborghini Countach ha cumplido treinta años. ¿Qué te parece?