A estas alturas, pocos preparadores han prestado atención al BMW i8. Es un deportivo con un diseño espectacular, pero donde en el apartado mecánico sí que muestra más limitaciones que otros modelos de la gama del fabricante bávaro para potenciar, y bien podría ser un motivo por el cual no resulte tan interesante a ojos de ellos.
Mantiene por tanto el motor de combustión de 1.5 litros junto con el eléctrico, ofreciendo así una potencia conjunta de 374 CV, con los que realiza el 0-100 km/h en 4,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 250 km/h.
Es por ello que en la preparación realizada por el preparador japonés 3D Design se centra fundamentalmente en la estética, sin alterar la parte mecánica, algo que precisamente ya ha realizado -con buena acogida- en otros modelos de la firma.
Vamos a empezar por detrás: en su zaga encontramos un alerón de competición de grandes dimensiones que se ve apoyado también por un difusor más deportivo, en su vista lateral encontramos unos faldones deportivos más prominentes, mientras que su frontal suma un splitter deportivo. Todo ello está fabricado en fibra de carbono, por lo que debería servir para rascar algún kilogramo adicional sobre el conjunto. Finalmente, el trabajo exterior culmina con unas llantas de aleación de 21 pulgadas.
Esa radicalidad que hayamos podido percibir en el exterior, también se traslada al interior, gracias en gran part ea los nuevos semibaquets de Recaro con tapicería bitono (son semibaquets para seguir permitiendo el acceso a las plazas traseras), además de sumar pedalier en aluminio, levas nuevas tras el volante, alfombrillas específicas además de varios elementos decorativos.
