Corría el año 1987 cuando Nissan decidió mandar al París Dakar el que fue el primer aspirante diésel de la historia de la competición en pisar el árido suelo africano. Por entonces, el Nissan Patrol no deslumbró mucho ni consiguió estar entre los mejores -su mejor posición fue una novena plaza- pero lo cierto es que de una manera u otra, marcó un antes y un después en la competición. Porque supuso la incursión de los diésel en el París Dakar, y esto, sí es apasionante.
Dos años atrás un equipo reducido de ingenieros y trabajadores españoles de la Nissan de Barcelona adquirieron una unidad en muy mal estado que estuvo compitiendo a finales de los ochenta y que quedó relegada a un museo. Dos años después del inicio de los trabajos, sale a la luz el extraordinario trabajo que han llevado a cabo. El proyecto final culmina en una restauración hasta tal punto que podríamos denominarla exacta, tal cual el Nissan Patrol original rodó en tierras africanas treinta años atrás, y con la misma esencia y mismo aspecto. ¿Qué más se podría pedir?
Con la decoración tan característica que lo caracterizó en su momento, el Nissan Patrol diésel que compitió en el París Dakar también guarda el mismo motor de antaño pero totalmente reconstruido, un 2.8 litros turbodiésel de 4 cilindros con 146 caballos de potencia. A modo de auténtica exhibición, esta unidad restaurada al completo no quedará relegada a un museo, ya que está previsto que continúe pisando las dunas del desierto y es más que probable que lo veamos rodar en más de una ocasión. ?chale un vistazo al vídeo, ¡increíble!
