Ha pasado prácticamente un mes desde que la marca con sede en Stuttgart debutase en el Salón de Ginebra el Porsche 911 GT3 RS. La variante más radical y deportiva que Porsche ha desarrollado a raíz del 911 en toda la historia. También el 911 atmosférico más potente, y presentándolo como el 911 más propio para rodar con intensidad en trackdays e incluso apto para participar en competición.
Los cambios respecto al 911 GT3 fueron notables, es más potente -25 caballos- y más ligero -10 kilos-. El motor es un 4.0 litros bóxer de 6 cilindros que desarrolla 500 caballos directamente a las ruedas traseras del GT3. Acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en 3.3 segundos y la velocidad máxima es de 322 km/h. Elementos como una jaula fija antivuelco y el tremendo alerón trasero fijo dan buena cuenta de la cercanía al circuito que otorga el 911 GT3 RS al conductor, o más bien al piloto.
Un legado que continuará
Porsche irá a por todas con la gama atmosférica del 911, que de aquí en adelante estará compuesta únicamente por los modelos GT3. Porsche ya anunció que el 911 pasará a ser turboalimentado excepto en la versión GT3, y esto a su vez abre la puerta a que volvamos a ver una variante GT2 como tope de gama. Una variante que aprovechará el tirón del futuro 911 que tome el relevo del Turbo tradicional para volar hasta más de 650 caballos. La futura variante GT2 RS, yendo más allá, podría ser suficiente para estar a la altura de rivales de alto voltaje como por ejemplo, el Lamborghini Aventador LP700-4.