Como bien sabes, la NHTSA (National Highway Traffic Safety Administration) es una agencia del gobierno estadounidense y que en más de una ocasión nos han demostrado lo exigentes que son en algunos aspectos relativos a la seguridad de los vehículos que allí se comercializan.
Hace algunos meses, dicha agencia dio a conocer las nuevas normativas de seguridad que iba a comenzar a aplicar, y eso suponía que algunos coches tuvieran que cesar su comercialización o en caso contrario realizar la adaptación pertinente para poder continuar con su comercialización vigente. Algunos de esos modelos de coches que se verían afectado por esa reforma legislativa eran los Aston Martin Vantage y DB9, pero por parte de la marca británica pudimos conocer que dicha adaptación resultaba muy costosa para el fabricante.
Así que optaron por la vía de solicitar una exención a la NHTSA, basándose en que la firma no tiene la misma tirada en el mercado que otros grandes fabricantes o grupos como General Motors. Y generalmente, tanto allí como en Europa, se les suele conceder a este tipo de fabricantes algo más de manga ancha en aspectos como estos escudándose precisamente en criterios como el mencionado, ya que por ejemplo, en el caso de Aston Martin, de haberse prohibido finalmente su comercialización, supondría un duro golpe comercial a su red de distribución y a la marca en el ámbito global.
De forma que desde la NHTSA les han dado una excepción que estará vigente hasta Agosto del año 2017 para el caso del Vantage y Agosto de 2016 para el DB9.