En el Salón de Ginebra de 2015, Aston Martin presentó en Vulcan, un superdeportivo que pese a la espectacularidad de sus características (motor V12 con 810 CV, caja de cambios Xtrac secuencial, chasis monocasco en fibra de carbono y transmisión en Magensio y fibra de carbono… todo ello con un peso de 1.350 kg), era algo que se limitaba únicamente a su disfrute en las pistas.
Y aunque por su configuración, sea el coche idóneo para disfrutarlo en ellas, lo cierto es que habiendo coches de similares características que sí que están homologados para poder circular por la calle, algún que otro propietario puede sentir una necesidad imperiosa de poder darle una vuelta por la vía pública de manera muy esporádica. RML Group ya tiene una solución para todos ellos.
Esta empresa británica que apoya a otras grandes firmas del mundo de la competición a desarrollar deportivos (como curiosidad, son los mismos que desarrollaron el Nissan Juke-R con motor de Nissan GT-R) ha logrado sacar adelante el resultado de un proyecto de 18 meses en el que se han ideado y llevado a cabo todas las reformas necesarias para poder habilitarlo para circular por la vía pública.
Estas modificaciones pasan por la instalación de los sistemas de iluminación homologados como los faros delanteros (para lo cual, se ha requerido de un nuevo capó delantero), intermitentes, luces de matrícula, reflectantes o la cubierta transparente para los pilotos traseros de LED. Se mantiene, por supuesto, su V12 de 7 litros, suspensiones o caja de cambios, si es lo que te preocupaba.
Sólo se fabricaron 24 unidades del mismo, así que no sabemos cuál es el éxito que puede tener en sus propietarios una vez han presentado públicamente el proyecto. Particularmente creemos que es una excelente opción dadas las escasas modificaciones que requiere y en las que además no perdemos ninguna característica intrínseca al modelo original.