Previo a la introducción de la segunda generación del Audi A1 en el año 2018, la firma alemana se afana en culminar su desarrollo antes de desplegarlo en las cadenas de producción. Recordemos, además, que este modelo estará producido en la factoría de SEAT en Martorell, donde actualmente ya se producen otros modelos de la marca como es el caso del Q3. Si bien, esto será un cambio de roles, la llegada del A3 implicará que el Q3 deslocalice su producción.
Pero ahondando un poco más en las características de la nueva generación del A1, ¿qué nos traerá como novedades bajo el brazo? Sobre la plataforma modular MQB de batalla reducida, el nuevo A1 logrará una mejora en su rigidez estructural, además de reducir el peso del conjunto, gracias a la ‘construcción híbrida’ que yace directamente del empleo de materiales como el aluminio y acero de alta resistencia. Todo ello, además, siendo más ancho y largo, permitiendo de esta forma en su habitáculo ofrecer mayor capacidad de carga en el maletero y más espacio para la cabeza.
Es de esperar que también haga acopio de nuevas tecnologías, como es el caso del Virtual Cockpit, la instrumentación totalmente digital que ya encontramos como equipamiento opcional en varios modelos de la gama, pero que en el caso del A1, debido a la cercanái de su relevo no se optó por incorporarlo en una actualización. No faltará tampoco compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto, además de la posibilidad de crear un punto de acceso wireless.
Su gama de motores debería estructurarse con opciones TFSI de 1.0 y 1.5 litros con potencias entre los 95 y 150 CV, mientras que en su gama diésel encontraremos también los 1.4 TDI con diversos estratos de potencia. Las versiones picantes vendrán de la mano del S1 con el 2.0 TFSI y tracción Quattro con 250 CV de potencia, e incluso, un hipotético RS1 con una potencia que oscilaría los 300 CV.
