La versatilidad que nos ofrece el Audi A5 a través de sus múltiples variantes puede ahora verse más satisfecha gracias al trabajo de preparadores como ABT que nos permiten exprimir más allá del fabricante las posibilidades del modelo, más concretamente, en el Audi A5 Cabrio.
Eso sí, en esta ocasión no esperes unos cambios demasiado profundos, atienden más bien a los ámbitos que mayor demanda suelen tener: potenciación y estética de una forma un tanto sutil.
Para empezar, su motor gasolina 2.0 TFSI con 252 CV de serie y 370 Nm de par, pasa a contar con 330 CV y 440 Nm de par, un aumento de potencia considerable que prestacionalmente debería ser loable -aunque no han especificado cifras concretas-, acercándolo en potencia al S5 Cabrio, que recordemos, tiene 359 CV y 500 Nm de par.
No dejan de lado los motores diésel, como el caso del 2.0 TDI que pasa de los 190 a 215 CV y 440 Nm de par. El 3.0 TDI, por su parte, pasa de los 218 hasta los 250 CV y 450 Nm de par.
La apariencia, como comentábamos, recibe ligeros cambios, empezando por unas llantas de 19 o 20 pulgadas en distintos acabados y patrones, con neumáticos Dunlop de altas prestaciones y Continental en opción. También se añaden unos emblemas identificativos de ABT en la carrocería.
En su habitáculo, los cambios son todavía más discretos si cabe, con una proyección del logo de ABT bajo las puertas cuando están abiertas y alfombrillas específicas personalizadas en diferentes acabados.