El próximo Salón de Fráncfort en Septiembre es el escenario elegido por parte de Audi para mostrarnos un nuevo prototipo de coche que hará gala de la tecnología de iluminación Matrix OLED, una solución tecnológica que está más cerca de lo que pensamos de llegar a producción, y que como siempre, hará gala en sus modelos más deportivos o altos de gama para posteriormente ir bajando escalones hasta modelos más terrenales.
La principal diferencia que presentan los sistemas OLED frente a los LED convencionales, es que los OLED son fuentes planas de luz, mientras que los LED apuestan por el uso de cristales semiconductores. Por tanto, cada unidad OLED está formada por dos electrodos (uno de ellos transparente) con varias capas delgadas de materiales semiconductores orgánicos, basando su color en la composición molecular de la fuente de luz. Su funcionamiento es gracias a una capa de corriente contínua de baja tensión de entre tres y cuatro voltios, activan e iluminan las capas mencionadas.
¿Cuáles son las ventajas frente a otros sistemas de iluminación? Principalmente, que permiten una regulación variable contínua, no se calientan tanto como los LED convencionales o los faros de xenón, por lo que no necesitan de refrigeración (siendo por tanto más ligeros y eficientes), además de contar con un haz con niveles de homogeneidad más elevados. Otra de las ventajas de cara al fabricante es que es una tecnología más flexible de cara a poder variar los colores y crear formas lumínicas más extravagantes en los pilotos, algo que con la llegada de la tecnología LED hace pocos años, está tomando cada vez mayor protagonismo entre las marcas para generar elementos diferenciadores y característicos en los diseños.
Por el momento no está previsto que se empleen en luces de freno e intermitentes, pero conforme siga avanzando la tecnología y se logre una mayor densidad de luz, se espera que también la tecnología acapare dichas funciones.
