Los chicos de Ingolstadt están de plena enhorabuena, y es que no es para menos. Audi se ha visto obligado como fabricante a aumentar notablemente la producción de sus dos extremos, el A1 y A8 de nueva generación, por motivos de demanda excesiva.
¿Qué quiere decir demanda excesiva? Básicamente, que están ante unas órdenes de pedidos que ni ellos mismos esperaban, y es que tanto el utilitario como el buque insignia han demostrado dar un paso adelante en tecnología e imagen de marca. Y esto, se plasma en las ventas.
Gracias a estos movimientos, Audi no pierde el carro y todavía apunta alto en dirección al puesto número uno de fabricantes premium. Le arrebataron el primer puesto, pero su vuelta al mismo puede estar muy cerca.
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