El director de Audi Sport, Chris Reinke, ha hecho unas declaraciones a Car Sales que no nos pasan en absoluto desapercibidas respecto al futuro y encaje de los modelos de combustión interna. Y ha sido tan duro como contundente: cree que los vehículos de combustión interna de alto rendimiento quedarán relegados a los circuitos en el futuro.
De hecho, Reinke puso un ejemplo para tratar de explicar la situación actual: comparó el futuro de los automóviles con el de las regatas de veleros. Antiguamente la gente solía llevar mercancías a través del océano en veleros, sin embargo, a día de hoy esto es algo que se lleva a cabo con barcos portacontenedores. Sin embargo, esto no ha matado a las regatas de veleros (han aumentado incluso el número), pero las ha limitado únicamente a un uso recreativo. Y esto mismo es lo que cree que sucederá con los vehículos a gasolina de alto rendimiento, que se quedarán como una actividad de ocio, mientras que la gente optara en su día a día por vehículos eléctricos autónomos.
Y este cambio de tendencia ya se ha comenzado a materializar con los anuncios de múltiples países que comenzarán a prohibir las ventas de vehículos diésel y gasolina en los próximos años, algunos países para 2025 y otros para 2030 y 2040. Y el siguiente paso que llegará tras esto una vez dentro del parque automovilístico tengan un gran peso los vehículos eléctricos, será la introducción de normativas que directamente prohíban la circulación de vehículos con motor térmico, relegándolos únicamente a rallyes o circuitos de fin de semana.
Lo peor de todo es que por radical que pueda parecernos este vaticinio a día de hoy, lo cierto es que si nos paramos a ver detenidamente los movimientos de la industria del automóvil (hace unos días Mercedes anunció que había detenido el desarrollo de nuevos motores de combustión) y los gobiernos, todo parece apuntar al cerco paulatino de los motores de combustión en unas décadas, por lo que un escenario así es cada vez más probable que llegue a suceder.