Audi ha anunciado un importante recorte en su plantilla en Alemania hasta el año 2025, por el cual, prescindirán de 9.500 empleos con el objetivo de poder ahorrar 6.000 millones de euros. Pero… ¿cuál es el trasfondo de todo esto? Poder mejorar su margen de maniobra para invertir en movilidad eléctrica.
Según la firma, este plan de reestructuración no se llevará a cabo mediante despidos, sino mediante el no relevo de empleados que se vayan jubilando.
La industria automovilística se enfrenta a dos vectores que requieren de una gran inversión por parte de las marcas y grupos automovilísticos como son la conducción autónoma y movilidad eléctrica. Una gran parte de los fabricantes están centrando gran parte de sus esfuerzos económicos en ellas, puesto que en un futuro, cuando comiencen a ser mucho más habituales, aquellos que no hayan sabido readaptarse adecuadamente sufrirán unas catastróficas consecuencias comerciales y financieras.
Mediante este plan de reestructuración, la firma espera poder lograr un margen de beneficio operativo de entre un 9% y 11%. En cualquier caso, pese a prescindir de estos puestos de trabajo, sí que han anunciado un plan que constará de la creación de 2.000 nuevos empleos de perfiles especializados en digitalización, conducción autónoma y movilidad eléctrica y que cada vez serán más demandados también en el sector debido a la cada vez mayor informatización y electrificación de los coches.
Audi ha firmado un acuerdo para no realizar despidos «operacionales» hasta el 31 de Diciembre de 2029, mejorando también de forma simultánea su plan de pensiones a partir de 2021 con aportaciones de hasta 50 millones de euros anuales. Así mismo, se ha firmado también un acuerdo que asegura una producción anual de 450.000 unidades para la planta de Ingolstadt y 225.000 unidades para la planta de Neckarsulm.
