Por diferentes motivos, el Audi R8 es uno de los modelos favoritos para modificar. Y su versión V10 se encuentra sin duda alguna en la parte alta de dicha lista de favoritos. Probablemente sea porque juega en la misma liga que el Porsche 911, otro imán para los tuneros, pero el V10 de Ingolstadt realmente brilla.
Bajo la excusa de que hay personas que no saben divertirse con «solamente» 525 caballos de potencia que lleva de serie el R8 V10, se le han aplicado dos turboalimentadores para elevar la potencia.
Esta vez los encargados de incrementar la potencia son los chicos de Heffner Performance y hablan solamente de rendimiento del motor, nada de preparación exterior. El kit que que incorpora el modelo alemán consta de doble turboalimentación encajados en la parte trasera del motor. Pero el trabajo no es ninguna chapuza, estamos hablando de un acabado de calidad realizado pro Heffner. Al final el deportivo consigue alcanzar los 725 caballos, que supone un incremento de unos 200 caballos con respecto del modelo de serie.
Vía automotorblog