Dos generaciones acumula el Audi R8 a sus espaldas, y a estas alturas, nadie duda en absoluto de que el deportivo de altos vuelos de la marca alemana ha dado para mucho. Mucha historia contemporánea tras de sí y un hito para la marca, pero que ya se prevé con un fin cercano y sin una tercera generación para sustituir al modelo actual. El Audi R8 está acercándose al fin de su vida útil, y dentro de poco pasará a consolidarse como una leyenda viva.
Desde Audi han dejado entrever que el fin de ciclo del Audi R8 llegará en 2020, fecha en la que el Lamborghini Huracán, modelo del cual toma la plataforma sobre la que rueda, tiene previsto recibir un sucesor directo. En el caso del deportivo de Ingolstadt, los planes de Audi pasan por enfocar el mercado de manera diferente y apuntar hacia otra dirección. En principio, Audi no prevé un superdeportivo del nivel de algunos como el Aston Martin Valkyrie o el Mercedes AMG Project One. En su lugar, el Audi R8 será el punto y final para ver un superdeportivo que, digamos, irá por otros derroteros…
¿Qué quiere decir esto? Desde Audi no quieren competir en el mercado de superdeportivos de muy alto coste y baja disponibilidad, de echo el proyecto Audi Scorpion se canceló recientemente. Un modelo asequible y que llegue al público con el objetivo de dar más calidad a la imagen de Audi Sport, encaja mejor con el futuro devenir de la marca. Esto incluye una remota posibilidad de que veamos en el mercado un nuevo Quattro, esta idea toma más fuerza viendo que el Audi R8 cerrará su ciclo de vida útil con una versión asequible del mismo que portará el mismo V6 de 2.9 litros que estará presente en el RS5 Coupé, y que desarrolla una potencia fijada en 470 caballos.
