Por más que nos pese a muchos (el sonido es parte de la magia), el mundo de la competición va a ir virando lentamente a la electrificación como ya demuestra la Fórmula E. A fin de cuentas, la competición ha sido siempre un escaparate tecnológico de las marcas donde puedan exhibir sus avances más punteros antes de llevarlos -en muchos casos- a la calle.
El Audi RS3 Schaeffler 4ePerformance es la última creación venida de Audi Sport ABT Schaeffler (una colaboración entre la división deportiva de la firma y el preparador) y han transformado por completo el RS3, prescindiendo de su frugal 2.5 TFSI de cinco cilindros en favor de cuatro motores eléctricos de 880 kW (220 kW cada uno) idénticos a los empleados en el monoplaza ABT Schaeffler FE01. La energía se controla a través de una caja de cambios ubicada en cada eje que es la que permite gestionar la dosificación del par.
El resultado es nada menos que un Audi RS3 totalmente eléctrico que entrega una potencia en torno a los 1.200 CV, encargándose del suministro dos baterías que suman 64 kWh, las cuales, una de ellas está colocada delante y otra detrás. Las prestaciones, dada la elevada potencia, son literalmente de infarto: tan sólo necesita 7 segundos para alcanzar los 200 km/h segundos, y cuenta con reparto de par vectorial a través de su sistema de tracción total con el que poder mejorar la transmisión de la potencia al asfalto.
En cualquier caso, si esperas ver esto en la calle a corto plazo, lamentamos quitarte de un plumazo la ilusión. Por el momento se trata de un laboratorio con ruedas en el que puedan estudiar la viabilidad de aplicar parte de esos conocimientos e ingeniería a la calle.
