Actualmente Audi cuenta en su catálogo con nada menos que doce modelos RS, de los cuales, ocho llegaron en 2019: RS Q3, RS Q3 Sportback, RS Q8, RS 6 Avant, RS 7 Sportback, TT RS Coupé y Roadster, RS 4 Avant, RS 5 Coupé y Sportback y RS 3 Sportback y Sedán. Se trata de las versiones más deportivas y radicales dentro de sus gamas, pero… ¿cómo es su proceso de desarrollo? Esto es fundamental en un modelo de altas prestaciones, ya que no sólo basta con dotar de un buen puñado de caballos a su motor, sino que el resto del conjunto debe acompañar.
Es por ello que gran parte del foco de su desarrollo se centra en la puesta a punto dinámica. Según Oliver Hoffmann, Director de Audi Sport, cada uno de los modelos de RS recorre al menos 8.000 kilómetros en Nürburgring durante su desarrollo, a través de los más de 20,832 kilómetros que ofrece el trazado con un alto nivel de exigencia donde se pone contra las cuerdas a muchos de los elementos del coche.
¿Por qué? Por el esfuerzo al que se someten: los traqueteos de la dirección que sufren en el ‘Karusell’, el salto en el ‘Pflanzgarten’, la compresión que experimentan las suspensiones en la bajada a ‘Fuchsröhre’ o el hecho de que más del 80% del trazado se haga con el acelerador a fondo deja buena cuenta de ello. De hecho, se estima que 8.000 kilómetros en pruebas de resistencia en Nürburgring equivalen a la vida entera de un coche en carretera.
Frank Stippler, piloto de carreras es también en el encargado del desarrollo dinámico de Audi Sport y a sus 44 años se puede decir que se conoce como la palma de su mano el circuito alemán. Desde la formación del equipo Audi Sport, Strippler ha sido parte de él, incluyendo cuando el Audi R8 LMS de GT3 debutó en 2009. Uno de sus últimos logros ha sido batir el récord en Nürburgring de un SUV de serie, algo que consiguió con el RS Q8 en Otoño de 2019 al logra run tiempo de 7 minutos y 42,253 segundos.