Aunque llegará un día donde el grueso de deportivos sean eléctricos, todavía queda mucho para que lleguemos a ese estado, puesto que es donde más conservador es el público afín. Por ello, transformaciones donde se prescinda del motor gasolina son muy raras de ver.
Pero… que se haga usando como base un Audi S5 de primera generación, hace que posiblemente estemos ante la primera unidad del mundo de estas características. Y es que, su propietario, por razones desconocidas, ha prescindido de su motor V6 TFSI de 3 litros para instalar en su lugar el sistema motopropulsor de un Tesla Model S.
¿Pudiera ser que hubiera roto el motor de fábrica y le costase mucho dinero reponerlo con otra unidad en buen estado del mismo? Sí, pero es que posiblemente encontrar el motor de un Tesla Model S incluyendo baterías e inverter sea todavía más caro y difícil, a lo que habría que sumar el enorme coste de adaptación sobre el chasis.
En este caso, se ha apostado por montar el motor e inverter delante, mientras que las baterías para poder tratar de equilibrar el reparto de pesos están montadas en el maletero.
El coche además es funcional -aunque no sabemos si en su totalidad-, de hecho, hay un par de videos donde se puede ver más en detalle e incluso en funcionamiento sobre un banco. Lo que ahora nos preguntamos es… ¿mejora prestacionalmente al modelo de fábrica? ¿qué tal se comporta ahora en curvas con la nueva configuración? ¿funcionan todos los sistemas eléctricos del interior (climatización, cuadro de relojes, etc)? Te guste o no, lo cierto es que es sorprendente la labor herculiana llevada a cabo.