El actual Audi TT no tendrá sucesor, al menos no con el concepto actual. El motivo ya lo conoces: las bajas ventas del modelo en favor de los SUVs. Y en el caso de la tercera generación y aún pese a haber recibido un restyling en 2018, los seis años de estancia que acumula ya en el mercado dan como resultado que sus ventas no sean tan óptimas como en los primeros años de vida. Por ello, Audi quiere dinamizarlo con el lanzamiento del acabado deportivo Audi TT S line competition plus.
Este acabado deportivo toma como base el motor 45 TFSI que emplea el 2 litros turbo de 245 CV y 370 Nm de par con la caja de cambios automática S tronic de doble embrague y siete velocidades, y que además, estará también disponible con la tracción total quattro. Cuenta de serie con la suspensión deportiva S line que permite ajustar de manera dinámica la dureza.
Destaca por contar con unas llantas de 20 pulgadas, alerón trasero fijo, detalles en color negro brillante en la carrocería, paquete de diseño Black Line (retrovisores, entradas de aire, difusor, taloneras) así como paquete S line exterior (paragolpes, parilla, difusor trasero, taloneras…). Está disponible tanto con carrocería Coupé como Roadster, y en este último, la capota es de color negro así como la cubierta de las barras antivuelco, que es negro brillante. Habrán cuatro colores de carrocería disponibles: Rojo Tango, Blanco Glaciar y el Gris Cronos.
Su habitáculo cuenta con unos asientos tapizados en cuero y Alcantara (en opción cuero napa fina) con costuras a contraste en rojo o azul y logotipos S line grabados en los reposacabezas. También hereda detalles exclusivos del TT S tales como las inserciones de aluminio o fibra de carbono además del pomo de cambio en cuero y Alcantara.