Cuando aterrizó el BMW i3 en el mercado allá por 2013, lo hizo en su primera iteración con una batería de 22.6 kWh. Tres años después, con una competencia ofreciendo autonomías mucho más longevas en sus eléctricos, BMW movió ficha ampliando su capacidad hasta los 33 kWh y ahora, nuevamente, vuelve a ampliarla hasta los 42.2 kWh, redundando en otra mejora adicional de su autonomía.
Por ende, tras esta actualización, pasa de una autonomía que oscilaba tras la última actualización entre los 235/255 km a unos ya más respetables 285/310 kilometros de acuerdo al ciclo WLTP. EN el caso del BMW i3s, la autonomía rondaría los 270/285 km (antes 235/245 km de acuerdo a la WLTP). El BMW i3 de 2019 cuenta con un motor de 170 CV (125 kW) que le permite realizar el 0-100 km/h en 7,3 segundos, mientras que el i3 más prestacional, el i3s 2019, cuenta con 184 CV (135 kW) realizando el 0-100 km/h en 0,4 segundos. BMW estima que por tanto el incremento en ambas versiones oscila en torno a los 60 km, lo cual es un aumento considerable.
Esta batería de alto voltaje cuenta con ocho módulos cada uno de ellos con doce celdas y para cargar el 80% necesita de 15 horas en un cargador convencional, cifra que se reduce drásticamente hasta las 3,2 horas en un BMW i Wallbox, y todavía más si lo cargamos en una estación de carga rápida, que será capaz de alcanzar dicha carga en tan sólo 42 minutos.
BMW también ha aprovechado la ocasión para introducir otros cambios en la gama, como punto de acceso para compartir nuestra conexión por WiFi hasta con 10 dispositivos, carga inalámbrica para smartphones, nuevos colores exteriores, nuevas tapicerías en su habitáculo y un menú optimizado para su sistema de infoentretenimiento iDrive. En Noviembre de 2018 llegará a los concesionarios.
Pero esas puertas trasera siguen siendo horrorosas. Parece que las sacaron de un desguace porque se les acabó el presupuesto para una puerta más acorde con el diseño del coche