El Bentley Bentayga se presentó en el pasado Salón de Fráncfort como la apuesta más importante y de mayor magnitud a la que Bentley dará paso en toda la presente década. Y es que tras muchos años de espera e incluso un prototipo que en absoluto caló con buenos ojos para muchos (EXP 9 F), el Bentayga por fin ha llegado con todo lo necesario para consolidarse como el número uno en ventas en la marca inglesa.
Tomando como base el Audi Q7 de segunda generación, el Bentayga es un SUV de grandes dimensiones y altas capacidades dinámicas, y aunque el modelo inicial que se comercializará portará un motor W12 similar al del Continental, lo cierto es que la marca británica buscará maximizar las ventas y esto incluirá la comercialización de una opción de gasoil. El Bentayga turbodiésel será una realidad, siendo el primer Bentley diésel y yendo más allá, adoptando tecnologías punteras que también veremos en el Q7, como es el caso del uso de un turbo eléctrico.
Mismo motor que el Audi SQ7
Un dato interesante a recalcar es que el Audi SQ7 verá la luz por primera vez en 2016, y es que desde Ingolstadt confirmaron que tras la importante pérdida de peso por la que ha pasado el Q7 y la mejora tan importante en las prestaciones, es suficiente para que un SQ7 acabe llegando al mercado. Lo hará en Europa como un V8 TDI e-turbo que hará uso de un turbocompresor convencional y de otro eléctrico, el cual eliminará el lag prácticamente por completo y servirá para que el ocho cilindros desarrolle más de 450 caballos y sin apenas problemas.
Este mismo motor será el que adopte el Bentayga, con una ventana abierta a mayor potenciación y a quedarse más cerca de los más de 600 cv marcados por el Bentayga W12. En Norteamérica sucederá lo mismo que ocurre con el SQ5 en cuanto al SQ7, que Audi también lo venderá allí pero con un motor gasolina. El V8 TDI sólo lo veremos en Europa tanto en el Bentayga, como en el SQ7.
