Desde hace varios años ya, existen servicios para compartir coche durante nuestros viajes como BlaBlaCar (uno de los pioneros en nuestro país) que nos permiten que como conductor, nuestro viaje nos salga mucho más económico (o incluso gratis), mientras que como ocupante también sucede lo mismo, suponiendo también un ahorro considerable respecto a hacerlo nosotros en nuestro vehículo particular así como en otros medios de transporte (avión, tren, taxi o autobús).
Y precisamente, las compañías de taxi o autobús han sido las que desde sus inicios, han cuestionado la legalidad de este tipo de empresas, amparándose en múltiples puntos, pero fundamentalmente haciéndolo por la pérdida de oportunidad de negocio que les está suponiendo al no poder hacer competencia a sus precios.
De hecho, hasta la propia BlaBlaCar ha perdido parte de cuota de mercado desde que decidiera cobrar por cada transacción de reserva de asiento, algo que en sus inicios resultó ser gratuito en España, mientras que otras compañías similares como Amovens lo continúan manteniendo gratis, algo que les ha servido para lograr una posición mucho más ventajosa en el mercado.
Pues bien, tras varios años de guerra por parte de sectores como el taxi o el autobús contra estas compañías (la patronal de autobuses ya los llevó a los tribunales al considerarlos competencia desleal), finalmente han logrado que la primera multa a BlaBlaCar en toda Europa se realice desde la Comunidad de Madrid en forma de multa contra dos conductores y un expendiente regulador contra la filial de BlaBlaCar en España.
Amparándose en la violación de los artículos 140.2 y 141.7 de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT) donde se especifica que deben de contar con una autorización para poder prestar servicios como operador de transporte, dos conductores han sido multados con 4.000 euros en cada caso, además de otra sanción adicional a la plataforma por ofertar dichos trayectos y facturarlos.
¿Cómo dieron con esos dos conductores? ¿por qué ellos y no otros? de acuerdo a las declaraciones de La Comunidad de Madrid, se investigaron a 15 conductores que se encontraban en las inmediaciones de la estación de Atocha (un punto de partida bastante común para conductores de la plataforma por su centralidad), y de esta investigación se esclareció que dos de los conductores estaban cometiendo una irregularidad al contar con un coste en el que según ellos contaba con ánimo de lucro y no buscaba únicamente la acción de compartir los gastos de viajes en sí.
Aunque bien es cierto que en este último aspecto, no le falta razón a la Comunidad de Madrid. Si has hecho uso de BlaBlaCar, habrás comprobado como existen diferencias sustanciales entre los precios de los viajes, y se puede ver donde claramente algunos usuarios se limitan a compartir gastos y otros cuentan cierto ánimo de lucro. Basta sacar la calculadora para medir el coste del viaje y la aportación de cada pasajero.