Los BMW M5 E60 y BMW M6 E63 serán modelos que en el futuro serán recordados con especial cariño por el empleo del motor V10 de cinco litros que difícilmente volvamos a ver en una configuración similar por la corriente del downsizing. ¿Qué lo hace tan especial? Su singularidad dentro del mercado donde escasean los V10, su sonido, refinamiento, empuje y además, por el hecho de no recurrir a la sobrealimentación. Todo ello, pese a que la fragilidad de su caja de cambios y las costosas reparaciones de la misma no le ha traído muy buena fama en el mercado de segunda mano.
Pero… si ya de por sí, dicho V10 en ambas carrocerías se movía tremendamente bien con sus 510 CV, ¿te has preguntado cómo lo hará en otras más pequeñas del fabricante? Hace algún tiempo ya pudimos acercarte un engendro así, con la salida a la venta de una de las diez unidades del Hartge V10 sobre la base del Serie 3 E90. ¿Te imaginas ahora sobre una base aún más ligera como el caso de un Serie 1?
Porque sí, en el Serie 1 en su configuración de tres puertas podíamos contar con el 135i, pero si te has encaprichado de tener más cilindros bajo el acelerador, tienes que acabar muriendo en un swap como el del caso que hoy nos ocupa el artículo.
Pues alguien se ha animado a hacer un engendro con esa combinación tan llamativa de un BMW Serie 1 E87 con motor V10 procedente del BMW M5 E60 y lo ha bautizado 150i. Pero no contento con los 510 CV de serie, le ha plantado el kit Bi-Kompresor de G-Power para aumentar su potencia hasta los 750 CV. Ya de por sí, ver el vano motor y lo concienzudamente apretado que está todo asusta, aunque el empuje tiene que asustar aún más, especialmente tras ver los rivales con los que se bate a duelo en carreras de drag en el vídeo y logra esos resultados a tenor de estar la pista mojada.