Como si de un kit de carrocería de Rocket Bunny se tratase, el preparador Z Performance ha optado por ponerle las manos encima al BMW M2, saliéndose de lo convencional y con una apuesta mucho más arriesgada de la que o te enamoras o odiarás con toda tu alma.
Para ello, han empleado un kit en fibra de vidrio de Zacoe Performance que consta tanto de un splitter delantero, faldones laterales, añadidos en fibra de carbono tanto en paragolpes como en retrovisores, alerón trasero fijo de grandes dimensiones… y lo más llamativo de todo, unos pasos de rueda ampliamente sobredimensionados y que van atornillados sobre la carrocería. Y todo eso, con el singular color de carrocería que ves en las imágenes -que ciertamente, es lo que más detractores puede acaparar del conjunto-.
Evidentemente y para que no quede ridícula la configuración, se han tenido que incorporar unas llantas de nueva factura que sean capaces de rellenar esos enormes paso de rueda, y las encargadas son unas ZP Forged de 20 pugladas con diseño multiradio de 10,5 pulgadas en el eje delantero y 12,5 en el eje trasero, siendo por tanto considerablemente más anchas que las que trae el modelo de serie.
Además, también se sustituye el catalizador de serie por uno de alto flujo, así como el tramo final del escape por un Remus que permite que los seis cilindros respiren algo mejor. El encargado de reducir la altura de la carrocería es la suspensión roscada firmada por Lowtec.
Su habitáculo recibe cambios más sutiles, como algunas inserciones en fibra de carbono, pantalla integrada con información más detallada del estado del motor así como un volante tapizado en Alcantara, manteniendo eso sí el motor en sus cifras de potencia de casa.
BMW M2 de Z-Performance
