Aunque nos resulta difícil creer que los 600 CV con los que viene el BMW M5 bajo el brazo no puedan satisfacerte, en caso de que te veas en esa situación tan rocambolesca e inusual, desde BMW te quieren ofrecer una solución con el nombre de BMW M5 Competition 2018.
Su receta llega con nada menos que 625 CV, y es claramente una estrategia con la que poder contestar al Mercedes-AMG E 63 S 4MATIC+ o en su defecto, al Audi RS6 Avant Plus, que ofrecen también un extra de potencia adicional.
Sobre la base del motor 4.4 V8 sobrealimentado, su potencia se incrementa 25 CV y su par llega hasta los 750 Nm. Mantiene claro está la tracción total M xDrive que ha estrenado como novedad esta generación, apoyándose en el diferencial Activo M y la transmisión automática M Steptronic de ocho relaciones con función Drivelogic para poder cambiar entre tres modos de conducción distintos. El escape es específico y cuenta con válvulas regulables para poder variar el nivel de sonido.
¿Qué mejoras aporta a nivel prestacional este chute de potencia adicional? Entre otras cosas, su 0-100 km/h se reduce una décima para realizarlo en tan sólo 3,3 segundos, y si hablamos ya del 0-200 km/h, la mejora es de tres décimas con 10,8 segundos.
Aunque más interesante que el aumento de potencia, son las modificaciones realizadas en el chasis. Por ejemplo, se modifican las caídas en el eje delantero con el objetivo de lograr un mejor comportamiento, mientras que en el eje trasero, la barra estabilizadora es específica. También, los amortiguadores ahora son más firmes y los muelles reducen la altura libre sobre el suelo en 7 mm.
Estéticamente, la diferencia más notable son las nuevas llantas de aleación de 20 pulgadas específicas para esta versión, aunque también hay un emblema identificativo en la zaga.