G-Power ha presentado su particular visión del BMW M6 Coupé, y para darle ese toque más personal y disruptivo, se han decantado por acercarlo mucho más a la filosofía que presenta el M4 GTS. Algo que choca frontalmente con la filosofía del modelo, puesto que aún pese a sus elevadas prestaciones y acertada puesta a punto, no deja de ser un GT.
Lo primero que vamos a abordar es el aspecto radical que adopta, como comentábamos, alineado con la filosofía GTS. Por ello, recibe un kit de carrocería formado por un alerón delantero, taloneras laterales específicas, difusor trasero, un capó con unas salidas de aire que permiten reducir considerablemente la temperatura del vano y un llamativo alerón trasero. Todo ello, estando debidamente estudiado para mejorar la aerodinámica y generar mayor downforce en ambos ejes.
Para mejorar su comportamiento dinámico y de forma simultánea aumentar su vistosidad al reducir su altura, se introduce una suspensión roscada junto con unas llantas en 21 pulgadas y 9 de ancho delante y 21 pulgadas con 10,5 de ancho en el eje trasero, con neumáticos 255/30 y 295/25 respectivamente.
Pasando ya a la parte mecánica, recibe un chute adicional de 200 CV y 350 Nm de par (sobre el paquete Competition, ojo), dejándolo en 800 CV y 1.050 Nm de par. Eso implica una mejora manifiesta de sus prestaciones, con una nueva velocidad máxima de 330 km/h, aunque su nuevo 0-100 km/h no ha sido revelado (con el paquete Competition necesita 3,9 segundos).
El aumento de potencia se logra gracias a unos turbocompresores de nueva referencia cuyo coste es de 4,581 euros, downpipes con catalizadores deportivos que suman otros 4,593 euros adicionales, escape en titanio por 6.501 euros, a los que hay que añadir 1.446 euros si queremos las colas en titanio. La reprogramación electrónica tiene unc oste de 3.519 euros y el deslimitador de la velocidad máxima, 516 euros. Ninguno de los precios incluye instalación.
BMW M6 G-POWER
